Se hacía realidad el gran escenario ideado por Olivares para el rey, donde no sólo pudiera habitar con toda la pompa y ceremonia, en la parte del complejo considerada “privada”: CUARTOS DEL REY, LA REINA Y LOS INFANTES; sino donde también pudiera desarrollar su labor de gobierno sobre el mayor imperio del mundo, y desplegar un espectacular programa de mecenas de las artes y las letras. Sólo para decorar el palacio se encargaron 800 cuadros, y fueron innumerables las celebraciones, fiestas y obras de teatro que se celebraron en sus dos plazas de armas, salones y jardines. Este concepto de “residencia integral” sería imitado por su sobrino y yerno Luis XIV en Versalles en Francia.
Además, dispersas por el Jardín había “ermitas” que eran en realidad pequeñas mansiones donde los próximos al rey podían hospedarse. Una de ellas, La Ermita de San Antonio de los Portugueses se hallaba en mitad de un estanque y se podía llega a ella navegando en góndola desde el Estanque Grande.
Hay que destacar la típica arquitectura imperial, de tejados abuhardillados y torres cubiertas con chapiteles que definió y define el perfil urbano de Madrid y otras ciudades españolas.
De todo este gran complejo, y además de los jardines, sólo se conservan tres edificios: los Jerónimos, el Salón de Reinos, y el Casón del Buen Retiro o Sala de Baile. El palacio fue muy dañado y parcialmente destruido por el ejército francés de Napoleón.
Tejados de pizarra abuhardillados y torres angulares con chapiteles de la maqueta del Salón de Reinos del Buen Retiro del Instituo Ataulfo Argenta. |
(Realizado sobre una imagen de Google Maps, zona Retiro, Madrid) |
(Realizado sobre una imagen de Google Maps, zona Retiro, Madrid) |